Desde hoy comienzo a irme,
suave y de a poco. 
Imperceptible.
Me voy detrás de los perros, 
de los gatos, 
de las cajas de cartón
y se van conmigo los navíos de fantasmas, 
se dan al mar
como me doy a la luz,
como me doy al tiempo
/en silencio/.
Y me voy liviano
                sin huesos,
                sin carne,
                sin zapatos,
como errantes sin permiso de nada,
                                 sin casa,
                                 sin suelo,
                                 sin habla.
Como una historia para otro mundo.

Desde hoy se abren las pantallas
a la luz que corre,
que cambia.

Como corre la tristeza
por distintas tristezas...